Pues ¿qué queréis de mí?
No puedo daros más,
cuanto tenía os di.
Ya no os veré jamás.
Mis pechos secos son,
mis ojos son sin luz,
mis ecos, ya sin son,
de mi vida el trasluz.
Muy pronto no seré
-si es que alguna vez fui-:
nada se perderá.
Sin pena olvidaré.
Los sueños que viví
nadie recordará.
Madrid, sábado, 21
de agosto de 2021
Corto, preciso, profundo!!!!! Saludos don Francisco! Desde Managua, Nicaragua
ResponderEliminarGracias por su visita y su amable comentario, Ravenn.
ResponderEliminar