jueves, 19 de junio de 2014

Perqué republicano

















Aunque está publicado en otro lugar de este blog hoy es oportuno ponerlo de nuevo en primer lugar

¿Por qué este país es Reino?
Me sobran explicaciones
y me faltan las razones:
Pues si un tirano dispuso

como remate a su abuso,
en su ley de Sucesión,
que aquí reinara el Borbón
que él mismo crió a sus pechos

¿se han de aceptar como hechos
los designios del malvado
cuando “atado, y bien atado”
legó el futuro de España

a gentes de su calaña,
empezando por el Rey,
hombre fuera de la Ley
que nos rige a los demás?

¿Por qué se acepta sin más
ese injusto privilegio?
¿Por qué extraño sortilegio
un hombre desde la cuna,

sin razón válida alguna
se eleva sobre el común?
Si no distinguir ningún
hombre de otro es Democracia

lo contrario, Aristocracia,
es consagrar diferencias
y dar reinos como herencias
cual si de cosas privadas,

a su dueño reservadas,
se tratara, y no de públicas.
Así, sólo a las Repúblicas
la Democracia se adhiere;

que República confiere
legitimidad completa
pues que promueve y respeta
la más estricta Equidad
dentro de la Libertad
y del proceder Fraterno,
y cela el justo gobierno
en beneficio de todos.

¿Por qué siendo de estos modos,
tan sobrada de argumento,
dicen no ser el momento
de airear esta bandera?

Pueblo español, la Tercera,
no del talante servil
del politicastro vil
ha de venir de la mano.

El sentir republicano
ha de traerla algún día,
superando la apatía
de estómago agradecido

del mediador corrompido
con el clamor general,
con el estruendo genial
de la nueva juventud.

Ojalá con prontitud
veamos la nueva aurora.
¡Está al despuntar la hora
de ver su rayo fecundo!


Francisco Redondo Benito de Valle



martes, 10 de junio de 2014

DULCE CON DULCE

Dulce, la hija de mi amiga Lupe
















Dulce anhelado, dulce, dulce, dulce …
Mas no como las mieles, que empalagan;
no como los arropes ni las uvas
ni como los bombones o las pastas.

Dulce … como los ángeles del cielo,
dulce como las risas de las hadas,
como un rayo de sol de primavera,
como el sabor azul del agua clara,
como el rumor tranquilo de un arroyo
o el sueño de una madre enamorada.

Dulce sereno, con los ojos llenos
de esa melancolía en la mirada …

Dulce como tú eres, niña mía,
que abres los brazos a la luz del alba,
y el Alba te cobija y te da el seno,

dulce con dulce, abierto a las mañanas.