viernes, 30 de enero de 2009

Las manos

[Sobre todo, las manos:

esas tibias medusas.]

Sobre todo las manos

emisarias confusas,

radiofaros de señas,

ejecutoras mudas.


Hay manos elocuentes,

hay manos afectivas,

manos acusadoras,

manos caritativas,

capaces de limosna,

de consuelo o caricia

(manos de amante o madre,

de cómplice o de amiga)


Y esas manos terribles

que matan o fustigan,

que señalan o marcan,

que agreden, que castigan,

que maltratan o venden,

que violan, que asesinan.


O manos que desprecian,

que rechazan, que obligan,

que desdeñan, que niegan,

que hieren, que aniquilan.


[Esas manos que más

que los ojos nos miran.]


Y también esas manos

que palpando estimulan

meridianos de carne,

trópicos de amargura,

ecuadores de sangre,

polos de hiel y angustia,

atmósferas de anhelos

y abismos de lujuria:

que modelan lamiendo,

que modelando acucian

volcanes de pasiones

bajo la piel ocultas.


Esas manos que, honestas, 

obran, en fin, actúan

o escriben, cantan u oran

cuando al final se juntan.


Esas manos nacidas

de bestiales pezuñas

han definido al Hombre.

¡¡Terrible criatura!!

viernes, 23 de enero de 2009

Una historia de españa

Por la recuperación de la memoria histórica.
Ante el 75 aniversario de la II República.



Corría un frágil tiempo de esperanza.
Todos los pueblos de esta amarga tierra
iban, superadores de sí mismos, libres, iguales,
a la reconstrucción de un viejo abrazo.
Corría un frágil tiempo de esperanza.

Entonces ocurrió … ¿qué traición puso
todo el poder de Dios en torpes manos?

Con un eructo
de abrasador aliento sahariano
entró el Gran General cascando huevos,
tronchando rosas,
destrozando nidos,
abatiendo palomas.

Rota bajo las botas militares
la sutil trama de cordiales lazos,
se suspendió el encuentro de los pueblos.
Bombardeado,
sorprendido en su vieja majestad vegetal,
cayó el roble foral, cobijador de pactos.
Un grande horror estremeció la patria:
entró el Gran General cascando huevos.

(NADIE JAMÁS OS HIZO EL HOMENAJE
DE TANTA CIEGA SAÑA;
JAMÁS SE OS DISTINGUIÓ CON TANTO ULTRAJE
EN EL NOMBRE DE ESPAÑA).

Fue entonces la arrogancia por las calles,
fue la soberbia por las azoteas,
la fuerza encaramada a las tribunas
que hizo razón de su victoria infame;
y fue la vejación y el vituperio,
el baldón de traición de boca de traidores,
el martirio, la huida, el desamparo:
la catacumba.
¡Y fue para esta tierra un tiempo helado!:

Un cerco atenazante de fusiles,
un macabro horizonte de tricornios,
una doliente letanía de cárceles,
una geografía de destierro,
un arca de desgracias,
un centro de dictado y de desprecio.

…………………………………………………….
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Y fue de las raices,
fue de los montes,
de los caseríos,
de las escuelas,
del taller,
que brotó como nunca un nuevo canto.
Brotó una ira que alumbró las cumbres,
un entusiasmo que prendió en los pechos
y se extendió voraz como la llama:

¡Un nuevo aliento llamado Resistencia!

Nada valió la saña represiva.
Una tras otra las verdosas olas
se quebraron de espuma en las rompientes
homéricas del maquis.

Fue una pugna brutal, el monstruo herido
se revolvió furioso hasta la entraña.
Un arrebato de titán frustrado
agitó de raíz la dictadura;
allí, a zarpazos de gigante ciego,
hirió, ya por herir, al pueblo pueblo.

Fue la tortura, fue el terror abierto,
los sótanos inmundos, los controles,
el estado de guerra, el tiroteo,
la amenaza, la duda, la sospecha …
Un abismo sin fondo separando
trozos de pueblo a su pesar tronchados.

¿Cómo podrá ya ser? Tanta torpeza
¿cortó ya para siempre nuestros lazos?
No se renuncia fácil a una herida,
no se deserta del dolor del parto
ni de la pesadumbre que nos une.

¿Cómo podrá ya ser?¿En qué terreno
cabrá fundar el impedido abrazo?

Yo creo en una España de los Pueblos
que, iguales, libres, dueños de si mismos,
se encuentren bajo un árbol milenario.

¡Hermano, hermano! Yo, de mis raíces,
de mi tronco, del hondo de mi entraña,
quiero llorar contigo la miseria
de esta historia de españa de mi alma.
Después, trágicamente persuadido,
quiero gritar lo justo de esta causa
y decir a quien quiera abrir los ojos
que es la causa de todos. ¡Que es su causa!

QUE HASTA QUE EL QUE PERDIÓ NO ESTÉ EN LO SUYO
¡NADIE ESTARÁ EN LO SUYO EN ESTA ESPAÑA!

viernes, 16 de enero de 2009

Verdugos de Sión

Verdugos de Sión,  habéis logrado

un sitio entre los monstruos terrenales;

habéis ganado puestos

en el “ranking” mundial de los infames:

de los profanadores de sepulcros,

bebedores de sangre,

violadores de niños

ante los mismos ojos de sus madres.

 

Verdugos de Sión, habéis vencido:

ya sois tan execrables

como el que exterminaba a los judíos

en los hornos horrendos de Mathausen,

el que los señalaba

con la marca infamante

de las seis puntas hacia el matadero

industrial, en cadena, inexorable.

 

Verdugos de Sión: habéis manchado

la herencia de nobleza venerable

de la víctima pura,

el cáliz redentor de aquella sangre;

habéis prostituido su palma de martirio

por las treinta monedas materiales

del poder corrompido. Una victoria

sin otro porvenir que otro desastre.

 

Verdugos de Sión: no sois judíos,

no sois del pueblo laborioso, amable,

que tanto cautivó con su utopía

de paz y convivencia perdurables.

No podéis ser de quienes padecieron

sin buscar la revancha en otra parte,

sin pretender hacer pagar al débil,

con las prestadas artes militares,

lo que el fuerte les hizo;

sin la venganza inicua del cobarde.

 

Verdugos de Sión: sois la vergüenza,

hez de los criminales,

no del hebreo, que os dará la espalda

el día, pronto o tarde,

que caiga por su peso la careta,

mas del hombre común que nada sabe

de monsergas de tierras prometidas,

y os juzga ya por crímenes bestiales.


 

miércoles, 7 de enero de 2009

Sión en Gaza

Sois el nazi, arrogante en el dominio,

superior en las armas, prepotente,

insensible al dolor del inocente

porque os guía Yahvé en el exterminio.

 

Racismo teologal por raciocinio;

exclusión por dictamen concluyente;

terror y destrucción letal e ingente:

… y la ruina final por vaticinio.

 

Si quien os vio os viera de esta traza:

travestidos verdugos militares,

tanques, aviones, muertos por millares …,

 

diría: ¡contemplad: Sión en Gaza,

Hitler los mira al fin con justo orgullo,

pues su odio hacia el Otro es como el suyo!

viernes, 2 de enero de 2009

Llaman fanática a Hamás, y ¿quién lo dice?

Llaman fanática a Hamás, y ¿quién lo dice?
¿Quién usurpa una tierra que no lo vio nacer?
¿Quién se apodera
de una heredad que no fue de sus padres
ni de los padres de sus padres? Nunca,
nunca desde hace dos mil años … Nunca.

Llaman fanática a Hamás, y ¿quién lo dice?
Vinieron unos tipos extranjeros
con maneras extrañas
y llamaron a la tierra palestina
tierra de la Promesa.
Y ¿quien la prometió? – Su dios Yahvé.
Y ¿a quién la prometió? – Al viejo Abraham, de la estirpe de Sem.
Y ¿cuándo ocurrió eso? – No sé muy bien, quizá hace tres mil años.
Y ¿qué pruebas hay de ello? – Están las escrituras de Moisés y otros …
Y cuándo se escribieron esos documentos, ¿hubo testigos?
¿otorgó Yahvé tierras a otros pueblos con tal solemnidad? –
- Pregunta demasiado.
Pero ustedes ¿dónde vivían antes? – En Dortmund, en Cracovia, en Praga, en Petrogrado, en Ámsterdam … Y nuestros padres padecieron mucho.
Comprendo, los nuestros también, y eran más pobres. Pero ¿acaso sus padres padecieron por culpa de los nuestros? – No, por culpa de la gente de allá: de Dortmund, de Cracovia, de Praga, de Petrogrado, de Ámsterdam … Éramos semitas …
Les entiendo muy bien porque nosotros somos también semitas, pero ¿por qué no les compensa quién les hizo aquel mal? ¿por qué vienen contra nosotros que no fuimos culpables? ¿por qué pretenden arrojarnos de la tierra que nos vio nacer, de la tierra de nuestros padres y de los padres de nuestros padres? –----------Pregunta demasiado … ¡Apártese!

Llaman fanática a Hamás, y ¿quién lo dice?

Poema de un solo verso

Dicho una vez Amor se ha dicho Todo.