miércoles, 30 de enero de 2008

De la Villa y Corte al Condado de Barcelona y III

Y con estos terminó el dueto

CHILDE
FRANCISCO REDONDO

Mire vuestra merced que yo no muerdo
ni miembros de buen rey ni mal villano
usted que dice ser republicano
alguna muestra da de no estar cuerdo

mire vuestra merced que yo recuerdo
y sé muy bien lo que es un soberano
ese señor que da tanto la mano
que tiene el parlamento un tanto lerdo

hace ya muchos años se decía
España ha de ser republicana
y de esto hace cincuenta años y un día

habrá pues que esperarse hasta mañana
o hacerse con un cargo de hidalguía
bufón del rey o puta cortesana.

* * *

Disculpe a usted que a mí me recordara
por un momento un can republicano,
cual oso de Favila, el asturiano,
que el regicidio magno inaugurara.

Bestia tan noble acaso el Rey no hallara,
de jacobino impulso, tan a mano.
Es por eso quizá que el soberano
su antiguo agravio en Rusia lo vengara.

Mas no era ya el plantígrado glorioso
que su ancestro abrazara en un recodo
sino un triste animal torpe y beodo

que el zoo enloqueció. Ya no era oso.
¡Ay del Progreso! ¡Todo lo aniquila!
Ni el oso era ya aquel ni el Rey, Favila.

martes, 29 de enero de 2008

De la Villa y Corte al Condado de Barcelona - II

Y así siguió el dueto y la chanza

CHILDE
FRANCISCO REDONDO

Ya el fino bisturí vino sajando,
ya el dedo inquisidor hurgó en la herida,
la mierda que dejé, fue removida
y el aire poco a poco va secando

la excreción y el crimen tan nefando,
así quedo mi culpa dirimida
a salvo está mi honor ya de por vida
si no me empeño mucho en ir cagando.

Mas no tengo temor si está el servicio
atento siempre a mis deposiciones
como hace el ciego con su lazarillo.

Espero no sacarle a usted de quicio
y así vivan la buenas relaciones
espere a que se pase el olorcillo.

* * *

Por seguir en sonetos la secuela
de este lance que vamos comentando:
yo doctor, ay de mí, versos juzgando,
y tú vate al que un ripio se le cuela,

te diré como ayer, en la Zarzuela,
con un “Rey que rabió” representando,
un coro de doctores disputando
de un perro el mal en tiempos de mi abuela,

me sentí hasta tal punto retratado
que en risas estallé sin contenerme,
causando de la sala el grave enfado:

¡¡entre el docto concierto creí verme,
ante hiatos de un Childe destripado
por morder del monarca miembro inerme!!

domingo, 27 de enero de 2008

De la Villa y Corte al Condado de Barcelona - I

Sobre el mismo tema de la corrección de errores en el Taller de poemas con métrica y rima el buen sonetista barcelonés de "nick" o sobrenombre Childe tuvo a bien ironizar y yo , a responderle en la misma línea, con lo que se originó un dueto de sonetos que tuvo bastante éxito y reproduzco, con su permiso, en tres entregas:

CHILDE
FRANCISCO REDONDO

Condúzcanse al contar, pausadamente
vean ustedes que la prisa mata
cuenten despacio sin meter la pata
alma tenaz, espíritu valiente

vendrá un señor, un superintendente
con aires de doctor y blanca bata
buscando con tesón alguna errata
que ponga algún estigma en su frente

si es pertinaz y da con el gazapo
por siempre vivirán con la mancilla
roja nariz y largo capirote

orejas de cartón, ojos de sapo
condenación, eterna pesadilla
habrá otro loco más, otro quijote.

* * *

Tú lo quisiste, Childe, desdichado:
conjuraste a la crítica y la tienes
de dos en dos mirándote los bienes
y los males, con lupa, en tu dictado.

Diestro te crees, pero la has cagado
con ese horrible hiato que mantienes
suspendido en el aire que contienes
para lograr las once del contado.

Lesa métrica es -crimen nefando.
Abundo en lo ya dicho por Gustavo,
pues dos átonas piden sinalefa.

Por lo demás disfruto degustando,
aunque no remacharas ese clavo,
tu fino cachondeo y limpia befa.

viernes, 25 de enero de 2008

¿Estamos a enseñar o de qué vamos?

Pasados unos meses de participación en El Portal Literario Mundo Poesía la directora del mismo me propuso actuar como moderador/enseñante en el Taller de poemas con métrica y rima. Acepté con algunas dudas, porque es muy duro ir sacando a los demás sus defectos, pero pronto advertí que la tarea era muy necesaria: solo en la primera página de la lista del Taller figuraban en aquel momento 11 sonetos; y de todos ellos tan sólo uno era correcto.

Así que me apliqué a la tarea de hacer el análisis crítico riguroso de métrica, ritmo y rima de todo lo que fuí encontrando al tiempo que sugería soluciones y abría un Taller del Endecasílabo para atender consultas acerca del mismo y un Espacio más general para consultas acerca de la métrica de cualquier tipo de versos. Entonces debió de cundir un cierto desánimo entre poetas más hechos a la versificación libre, y en esas condiciones Gustavo Mistral, moderador también en el sitio y poeta excelente, publicó un magnífico soneto tratando de consolar a los tristes y recomendando indirectamente una crítica mas "edulcorada", como había sucedido hasta entonces (tu me elogias mi poema, yo te elogio el tuyo). Sin embargo yo no estaba de acuerdo porque opinaba que solo la consideración desnuda de los defectos podría ayudar a superarlos, y contesté con este otro soneto:

¿Estamos a enseñar o de qué vamos?


Un soneto me ha puesto don Gustavo
pidiendo que sosiegue mis maneras
y silencie las quejas lastimeras
del metro que me tiene por esclavo.

Si con fallos un verso falso alabo
y añado mil palabras lisonjeras
sin hacer que mis críticas sinceras,
como es mi obligación, lleguen al cabo

cosecharé sonrisas, globos, ramos,
elogios a mi tacto y excelencia
y alegres bombos mutuos por saludo.

¿Estamos a enseñar o de qué vamos?
¿Quién pedirá al poeta, en su inocencia,
que abra los ojos, porque va desnudo?

martes, 22 de enero de 2008

Poeta recién nacido

Pues no he nacido ayer por la mañana,
ya no me cuadra ser recién nacido,
si acaso, por llegar, recién venido:
no lucen los bebés cabeza cana.

También les contaré de buena gana
si gustan escucharme de corrido
que de hacer versos vengo envejecido
y tampoco he empezado esta semana.

Mas si no me conocen es muy justo
me labre un porvenir en este foro
sin que el pasado me suponga lastre.

Sin gran problema exhibiré, robusto,
estos poéticos músculos de toro
antes que una mulilla los arrastre.

Después de la decepción ya referida que tuve en relación con el foro llamado Poesía Pura me puse a buscar otro en que ubicarme y encontré El Portal Literario Mundo Poesía, un sitio muy concurrido por poetas en su mayor parte latinoamericanos pero también españoles. El sitio parecía acogedor y amable y en él me quedé y sigo. También tenía sus etiquetas para los poetas pero más que a su valía se referían a su antigüedad en el Portal y su mayor o menor actividad en el mismo. Al principio te denotaban como poeta recién nacido y, una vez más (uno no escarmienta), ironicé con ese título en el soneto que encabeza esta entrada. Afortunadamente esta vez la ironía fue bien entendida y el soneto logró bastante fortuna y audiencia.

domingo, 20 de enero de 2008

¡Mamá, no quiero ser poeta excepcional!

Mi "expulsión" de poesiapura.com

Excepcional poeta en hora mala
me encontré sin saber que no lo era:
la vanagloria, mala consejera,
vino a tentarme con su incierta gala.

Hoy mi nombre con otros se propala
en nómina infamante, pregonera
de sinecura injusta y fama huera:
¡Valverde, bórreme, que me señala!

Quiero volver a ser sin apellidos,
sin rangos de nobleza, cargo o cuna
un poeta de a pie, de infantería.

Libre de privilegios desmedidos,
ser oscuro poeta de fortuna,
que se gana la gloria día a día.

Y así, sin nombradía,
pasar inadvertido entre la gente
que se duele del título “inocente”.

Con la excusa de este soneto se me impidió definitivamente el acceso regular al portal de poesía llamado Poesía Pura. La insólita acción del dueño del portal, Carlos Valverde, sin previo aviso, sin mediar diálogo alguno con el autor, sin posibilidad de plantear alegaciones ni ejercer defensa alguna por parte de éste, fue ejecutada hace casi exactamente un año; más precisamente el 23 de Enero de 2007. ¡Cosas de los foros, de sus dueños y de sus corifeos!

Los antecedentes y circunstancias que rodearon tan violenta e ineducada ruptura, a la que en adelante me referiré simplemente como el suceso, fueron a mi modo de ver las siguientes: Me había registrado en Poesía Pura un par de años escasos antes del suceso.

Poesía Pura era un espacio en Internet en el que uno podía “postear” poemas, comentar los de otros o contestar a los comentarios sobre los propios. Tenía su dueño, Carlos Valverde, una filosofía peculiar algo maniquea de buenos y malos – que también he visto en otros foros, aunque quizá no tan acusada – y en consecuencia de premios y castigos, galardones y silencios. Los poetas podían ser no galardonados (denotados solo como poetas), excepcionales (con un doble par de alas bajo el nombre y el título expreso de POETA EXCEPCIONAL) o con excelencia innominada (que solo vi. darse a sí mismo, al propio Valverde, que adornaba su presencia en los temas con un par de hojas de roble). En cuanto a los poemas los había (y eran mayoría) sin mención alguna, luego venían los de LECTURA RECOMENDADA (en azul), los POEMAS EXCEPCIONALES (en rojo) e incluso algunos poemas o eventos que merecían incluso Avisos especiales de recomendación.

Yo acepté sin más estas normas, usos y costumbres sin tomármelos demasiado en serio quizá porque mi educación la había recibido de centros públicos, relativamente laicos donde la contaminación mosaica aun siendo cierta era mucho más leve que la que se impartía en colegios religiosos. Y a mí todo esto me olía a colegio de frailes. No obstante lo cierto es que me fue bien dentro de estos cánones y al poco tiempo mis poemas empezaron a “recomendarse” primero y sin tardar mucho empezaron a asignar con bastante frecuencia el “galardón” de EXCEPCIONAL a un número creciente de mis poemas, se me hizo una entrevista y ¡¡¡TACHÁN!!! De repente, sin comerlo ni beberlo, me encontré elevado a la excelsa dignidad de POETA EXCEPCIONAL, condición que asignaban a un número reducido de personas, quizá cincuenta o sesenta sobre varios cientos de entre los que colgaban temas. Pues ¡muy bien! Lo agradecí y seguí adelante, sin darle demasiada importancia, porque realmente estimé que no la tenía: era todo demasiado artificioso. Continué posteando poemas con mayor o menor acierto; hice buenos amigos y otros que por lo que se vio después sólo aparentes … Y un día …

Un día el bueno de G. S., un buen poeta de nombre que recordaba a Zola, tuvo a bien poner en cuestión lo que, por las consecuencias, el Sr. Valverde consideraba la viga maestra de todo su andamiaje : ni más ni menos que la consideración misma de POETAs EXCEPCIONALes. Abrió un tema en que razonadamente argüía en contra de tal consideración. Afirmaba que, si acaso, podría hablarse de tal o cual poema de gran calidad o excepcional pero nunca de una persona o una obra completa y que esto solo olía a privilegio de camarilla (cito obligadamente de memoria, excúsenseme incorrecciones). Muchas personas intervinieron (yo no) con comentarios a ese tema, abundando de manera mayoritaria en esas mismas ideas. Uno incluyó la lista completa de POETAS EXCEPCIONALES de Poesía Pura (que me incluía)… La cosa parecía ya un juicio paralelo …

Entonces tuve la idea, no se si afortunada o desafortunada, de abrir un nuevo tema para replicar a mi buen amigo G. S. de manera irónica (la parábola irónica tiene el peligro evidente de que si se usa entre personas apasionadas o poco inteligentes, o ambas cosas a la vez, puede ser interpretada en sentido directo y ser muy mal entendida). Me temo que eso pasó; yo posteé el soneto que figura arriba y las consecuencias fueron fulminantes por este orden:

1. El tema de G. S. desapareció; induzco que Valverde lo borraría.
2. Mi tema recibió tres comentarios: uno neutral de Luciana Rubio, otro de un tal Victor o Víctor, Poeta Excepcional y Miembro de la Asesoría Rectora al que yo no conocía y del que tengo la sospecha que era el propio Valverde bajo algún seudónimo, que afirmó en tono críptico algo así como que “bueno era saberlo y que tomaba nota”; y del tercer mensaje no me acuerdo.
3. Unas horas más tarde intenté entrar al Portal y no pude. Me bloqueban por control de mi dirección IP. También rechazaban mi correo a
poesíapura@poesiapura.com. Sin embargo no recibí e-mail ninguno de su parte.
4. Como tenía la dirección de e-mail de Nieves Álvarez Martín esa misma tarde le envié uno en que trataba de explicar mi intención y le pedía alguna noticia o explicación, pero no obtuve respuesta alguna. En días sucesivos reiteré ese e-mail a Nieves sin respuesta alguna hasta tres días más tarde.
5. Sin aguardar a esa respuesta, teniendo cuenta que yo tenía en el Portal temas míos sin salvar usé mis conocimientos de informática para entrar en Poesía Pura burlando el control de IP. Hay muchos métodos que emplean los “hackers” para practicar la navegación anónima, generalmente mediante uso de proxys.
6. Entré en Poesía Pura y lo que me encontré no era tan puro. El tema mío estaba cerrado y manipulado. De mi parte solo se mantenía el soneto de cabecera, se habían eliminado los comentarios favorables o neutros como el de Luciana y los demás que mencioné en el epígrafe 2. En su lugar figuraban cuatro anatemas en que se me vilipendiaba y se me ponía como a hoja de perejil a mí, a mi honestidad y a mis poemas pasados, presentes y futuros. Firmaban las piezas de este Auto de Fe inquisitorial Carlos Valverde, dueño del sitio, y sus tres acólitos más queridos Vicente Martín, Atanasio García Page y Nieves Álvarez Martín. ¡Qué tropa tan gallarda y con tan impecable sentido de justicia! (Ojo, es ironía). En la obligada mudez y ausencia del encausado, incapaz de defenderse, ni de que lo defendiera nadie (que para evitarlo cerraron el tema) clavaron en la plaza pública de su deshonroso lugar la bula de excomunión …
7. Los días sucesivos seguí entrando anónimamente para sacar copia de mis cosas. Mis poemas seguían en su sitio (¡qué poca vergüenza! No se admite al poeta pero se sigue haciendo uso ilegítimo de su obra).
8. Al tercer día recibí por fin correo de Nieves Álvarez Martín. Mentía desconocimiento del asunto hasta esa fecha (como si yo no hubiera visto con mis ojos su participación en el sórdido aquelarre del punto 6) pero se afirmaba en la condena por cuanto “ese soneto era una auténtica declaración de guerra y un insulto a todos nosotros” por lo cual “era lógico que el Jefe (sic) te haya cerrado la puerta de este foro …”. ¡Ahí está el soneto! – digo yo.
9. Le contesté, ya con trato de Vd. y distante, que mi soneto “no era una declaración de guerra ni un insulto a nadie ni nunca pretendió serlo … sino una contestación en tono irónico (que ustedes no han percibido al parecer ni tampoco se han molestado en interrogar sobre su sentido al autor antes de condenarle) … a otro de G. S. que cuestionaba el sistema de calificación de poetas …” Y más tarde “Y a usted, que se decía tan amiga, le faltó tiempo para adherirse inquebrantablemente a su ““Jefe””. ¿Se le pasó por la imaginación por un momento que pudiera haber otra explicación al asunto, que de haber hablado conmigo pudiera haberse aclarado, atenuado, excusado, etc.?¿No tiene el participante en un foro el más mínimo derecho a ser oido cuando se sospecha de él un mal proceder?¿No tiene ningún derecho a nada?¿Es culpable mientras no se demuestre lo contrario? Ustedes sabrá de qué van y usted sabrá a quien y por qué se adhiere. Y me despedí para siempre de mujer tan oportunista.

Y esta es toda la historia desde mi punto de vista de cuanto aconteció en relación con mi veto a la entrada en poesiapura.com. Si tuvieran un mínimo de decencia sus rectores hubieran borrado finalmente todo rastro de mi abundante participación allí. No me he molestado en comprobarlo. He seguido recibiendo convocatorias a sus actividades, que trato como correo parásito (¿lo llaman “spam”?

jueves, 17 de enero de 2008

Soneto a Nieves

(A la que luego me clavó el puñal) (i)

Te quedarás cubriendo las montañas
del color que tu nombre considera
y, más tarde, al triunfar la Primavera,
disuelta en llanto bajarás las brañas.

Inundarás de frío las entrañas
de los ríos que besan su ribera
y, dulcemente, como dulce fuera
el agua, ganarás playas extrañas.

Allí hallarás la sal y agua infinita,
la inquietud de mareas y de olas
y el raro canto de la impar sirena. ...

Y aquella libertad que no limita
ni la costa resuelta en caracolas
ni la nube que centellea y truena.

(i) Valga lo dicho en entradas anteriores a este respecto.

martes, 15 de enero de 2008

A Ana María Estepa Román

Ana María Estepa Román, una poetisa o poeta de gran calidad y creciente maestría fue una gran compañera y amiga mientras ambos nos movíamos por Poesía Pura y algún que otro foro. Ella, aunque más joven, mucho más avisada que yo, me prevenía de las politiquillas de los "amos" de los foros y sus peculiares cortes de aduladores y corifeos. De como no respetaban la privacidad de las comunicaciones de los poetas, de como circulaban con varios "nicks" para espiar, vigilar y provocar si se daba el caso, de como reservaban para su corte galardones, comentarios y parabienes mientras extendían cortinas de silencio ante otros menos bienquistos o de tendencias sociopolíticas menos "convenientes". Y yo ingénuo lo ignoraba todo hasta que un día me estalló bajo los pies. Pero Ana siempre se comportó con una lealtad que nunca agradeceré bastante.

En un momento dado le dediqué estos serventesios:

¿Y yo callado, mudo, silente, Ana María?
Cómo un árbol naciste de las frondas del foro
y fuiste afianzando tu poder día a día:
hoy te seguimos todos con las voces a coro.

Tu estatura te eleva sobre hierbas rastreras,
te da la savia fuerte de grandes vegetales,
te permite el disfrute de las luces primeras
y la vista infinita de las aves caudales.

Conservas sin embargo la ternura menina
de las flores que emite tu lira recatada,
trasladando el misterio del alma femenina
a los perfumes hondos que inundan tu enramada.

Deja que me resguarde mientras mi canto agoto
en las sombras amenas que brindan tu espesura;
mi corazón cansado se acogerá al ignoto
encanto que, pujante, tu juventud procura.


Y ella me superó con este soneto dedicado a mi persona, que guardo como uno de los más preciosos regalos que se me hayan hecho:

Corazón de poeta ( dedicado a Francisco Redondo Benito)

Ana María Estepa Román

sábado, 01 de abril de 2006 17:33

Pude reconocerte de un instante,
vi la luz de tu verso y tu nobleza,
las fatigas de ayer, vi tu grandeza
de hombre bueno, cabal, justo y galante.

Reconozco tu especie _ ¡Es de mi gente!_
de la mano tendida y generosa;
de injusticias denuncia clamorosa,
mano abierta y razón, de clara mente.

Por eso te presiento tan cercano,
porque puedo sentir como tú sientes
el latir de la vida, de lo humano,

donde duelen heridas insurgentes.
Compañero Francisco, ciudadano
corazón de poeta entre serpientes.

A lo que respondí, conmovido,

¡Qué emoción, Ana Maria! ¡Qué precioso poema me dedicas! Te haré una confesión: no es que pase nada pero mira ¿puedes creer que con sesenta y seis años que tengo y unos cincuenta y cuatro de poeta nadie había dedicado aún un poema entero y verdadero a mi persona? Y tenías que ser tú ahora y ¡qué soneto! No se me ha de ocurrir la bobada de que me lo guardaré: ¡¡¡LO INCRUSTARÉ EN LO MÁS HONDO DE LA ENTRAÑA!!! Gracias maja. ¿qué decir? Es obvio que no lo merezco. Gracias de tu amigo Francisco, al que has hecho humedecer las más intimas entretelas del corazón. Un beso.

P.D. En tu honor y el de los míos (ojalá, nuestros) insertaré un poema manifiesto en Verso Libre y en Grito. (E inserté el poema Los míos).

domingo, 13 de enero de 2008

A Rafael Zambrano, por si no sabe si sabe

Por evitar tu frase de mal fario,
presto estoy a escribirte cien renglones
de lo mucho que vales, si te pones
a escribir tus poemas a diario.

Tu valía no exige comentario,
tu saber puede darnos mil lecciones,
tu exquisito decir, satisfacciones,
tu repertorio: dilatado y vario.

“Poesía es sabor dulce y amargo,
el alma en cien aromas se enajena
lejos del mundo y su geografía”.

Tu trabajo es un trago fuerte y largo,
primero ajenjo, luego hierbabuena.
Tu buen hacer, Zambrano, es poesía.


(i) Rafael Zambrano buen poeta, especialmente en el soneto, y buen amigo en el foro de Poesía pura, mientras me duró, dudaba un día retóricamente de su capacidad para hacer sonetos y yo le respondía como antecede.

miércoles, 9 de enero de 2008

Nieves

Nieves (i)


La Nieve es una harina, que muelen los Arcángeles,
de los Astros perdidos que a la Noche le sobran;
la Nieve son las plumas del edredón mullido
que arropa, en su descanso, los cuerpos de las Diosas.

La Nieve son suspiros congelados de Hadas,
el centro del Invierno resuelto en mariposas,
el resumen en lanas de un sueño de Corderos,
o el bonete que adorna las Cumbres más airosas.

La Nieve es la diadema que corona el Solsticio
del Año que sucumbe en ritual sacrificio
cuando el Hogar se encierra de espaldas a las Puertas.

La Nieve es el sudario que cubre la llanura,
que el Sol, gran taumaturgo, convertirá en verdura
cuando disuelva en llanto sus blancuras desiertas.


(i) Valga el comentario hecho al tema anterior.

lunes, 7 de enero de 2008

¿No eres, Nieves, capaz?

A Nieves con incredulidad, afecto e incluso adulación (i)

Si no eres tú capaz de descifrar la brisa
ni el mensaje secreto que se guarda la rosa
ni el frío radiograma que la estrella te envía
ni el resonante orgasmo que los amantes gozan.

Si tú, Nieves, no sabes hacer arder sonrisas
ni caminar al filo del abismo de olas
en que zozobra el buque cuya sirena silba
¿do están las poetisas que iban al monte solas,

en cuya frente ardían los soles de la aurora
a cuyo mirar ignivo crepitaban florestas
y se humillaban dóciles las selvas y las bestias?

¿Do, las que sonreían y amansaban otrora
las más rijosas fieras y las parcas funestas
dejándolas en meras aguadoras de fiestas
o en frágiles corderas, las sierpes traïdoras?

No he de creerte, ahora, aunque en cruz me lo jures:
sé que tu verbo guarda fuerza de taumaturgo,
capaz de los prodigios del mismo demiurgo:
hacer del agua, vino y del vicio... virtudes.

Con mucho cariño, (i)


(i) Lejos estaba yo de sospechar que en menos de un año, esta misma Nieves Álvarez por un asunto trivial cerraría filas alrededor de su intemperante señorito y co-oficiaría un auto de fe inapelable contra mi persona. ¡Qué pena! Pero lo escrito escrito está.

domingo, 6 de enero de 2008

Olas y olas

Con tu supuesto permiso, amigo Ricardo, improvisado a vuelapluma al hilo de ese soberbio soneto tuyo (1)inserto éste:

Recamados de imágenes y tropos
saltan tus versos cual semilla al viento,
y, sembrador proteico el pensamiento,
nieva sin fin sobre el papel sus copos.

Subterránea tropa el sentimiento,
minan tu corazón sus diez mil topos
y aspergen en diluvios los hisopos
episcopales de tu sufrimiento.

Quien surcara ese mar de tu agonía
tripulando tu oscura barcarola
mar adelante hasta el confín del día

o encendiera de sangre de amapola
los rastrojos de cardo y totovía
que tu alma, ya vencida, no controla.



(1) Me refiero al soneto titulado "Sin atavíos" publicado en Poesía Pura por Ricardo Serna. Renuncio a publicar su magnífico soneto al no disponer de su oportuno permiso ni tener forma de obtenerlo, al haber perdido el contacto.

viernes, 4 de enero de 2008

He colgado un romance sobre mares y aves.

Soneto-anuncio (i)

De mares y de soles y de sales
un romance he colgado allá en su foro.
Allá aguarda en recato y con decoro
a que lo lean los corresponsales.

Si se anuncian compresas y pañales,
coches de ensueño o letras del Tesoro;
si artículos de baño e inodoro
se presentan con pelos y señales,

¿por qué privarme de anunciar un verso
que sobre foro muerto cayó en trance,
presa de no sé qué destino adverso?

¿por qué ha de sufrir tan negro lance:
NO SER LEIDO ¡OH DIOS DEL UNIVERSO!
POR EL PECADO DE NACER ROMANCE?


(i) Habiendo "colgado" un bonito romance sobre aves marinas, sol y mar en el Foro de Romances de Poesía Pura que, aún encomendado a la tutela de San Miguel Hernández, no lo leía nadie a causa de la habitual obsesión por los sonetos se me ocurrió componer éste, que "colgué" en el de Sonetos, colocado éste bajo el patrocinio de San Pablo Neruda, a manera de anuncio que llamara la atención sobre el romance en cuestión. El resultado fue que se visitó más el anuncio que lo anunciado. ¡Hay que ver la mitificación-fetiche que tienen entre los aficionados a la poesía los dichoso sonetos!

jueves, 3 de enero de 2008

Soneto a la taza del váter


Referencia de imagen: perdida.

A la taza del váter un soneto
he de hacer por probar mi maestría
y, con escatológica osadía,
revelar de la hez lo más secreto.

Mas, si esto hiciera, ¿como juzgaría
tan fina audiencia tema tan “concreto”?
(El favorable, sólo de indiscreto,
los demás, sin dudar, de grosería).

Si el versar ha de ser siempre exquisito,
lo soez no verá la luz del día,
por no dar del mal gusto en el delito.

Pero una duda me acomete impía
cuando sucumbo al transgresor prurito:
¿caga también quien hace poesía?

Este soneto, deliberadamente provocador, fue publicado en el foro de "soneto clásico" dentro del portal llamado Poesía Pura, y fue motivo del primer enfrentamiento de este poeta con el sedicente "dueño" de dicho portal, Carlos Valverde. El soneto, que amaga pero no golpea, no tiene de escatológico o "soez" más que una palabra del último verso, y su intención no era otra que la de zaherir el patente enfatuamiento de muchos escritores de sonetos (incluido por supuesto el que esto suscribe).

El Sr. Valverde ni corto ni perezoso, tras de ensayar un primer comentario que pretendía ser jocoso, lo trasladó, sin previo aviso al autor, a un foro poco visitado. A pesar de ello el soneto batió records de visitas y comentarios.

Al pedir el autor explicaciones al "Consejo Rector" por ese traslado no comunicado, el Sr. Valverde, con muy mal estilo, tras de hacer un "análisis" de la patología de notoriedad que aquejaba a todos los asistentes a su portal, explicó que el portal era suyo y hacía en él lo que estimaba conveniente sin dar explicaciones porque no tenía tiempo para ello. Pensé seriamente en retirarme en ese momento de aquel portal, pero había mucha gente con la que me llevaba muy bien y lo pospuse. Por lo que finalmente sucedió, hoy dudo si no debiera haber seguido aquel primer impulso.

martes, 1 de enero de 2008

Un rebelde por los foros

De la Auténtica me fui
y de la Pura me echaron
pues de domarme trataron
y nunca les consentí
ahogar lo que grita en mí:
la inconforme dignidad
de cantar en libertad
pese a los hados rectores.
Y sin amos ni señores
digo toda mi verdad.